“los recorridos rituales en la ciudad de la paz durante la alasita”
WTV- La Paz, enero de 2022.- El 7 de diciembre de 2017, la Alasita fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
El mundo tomó conocimiento de cómo los participantes en los recorridos rituales efectuados en la ciudad de La Paz durante la Feria de la Alasita, que comienza cada 24 de enero, buscan y adquieren illas de la buena suerte vinculadas al culto de Ekeko, deidad aimara de la abundancia y protectora de la ciudad. Consagradas luego por ritualistas andinos o bendecidas por sacerdotes católicos, esas illas cobran así un nuevo significado para quienes han depositado su fe en ellas a fin de convertir sus deseos en realidad.
Los participantes en la feria también intercambian figuras de la buena fortuna para satisfacer simbólicamente sus deudas. La comunidad de practicantes y depositarios de esta tradición cultural abarca un número considerable de partes interesadas, y los habitantes de la capital boliviana participan ampliamente en su celebración, sea cual sea su condición social.
Este elemento del patrimonio cultural fomenta la cohesión social, se transmite de generación en generación y estrecha las relaciones familiares. Además, la importancia que esta práctica tradicional concede a las donaciones y los pagos de deudas –por simbólicos que sean– contribuye a apaciguar las tensiones entre las personas, e incluso entre las clases sociales.
Las prácticas de la Alasita se transmiten naturalmente en el seno de las familias, ya que los niños acompañan a sus padres en los recorridos rituales. Los esfuerzos realizados para salvaguardar este elemento han sido constantes y han dependido principalmente de la sociedad civil.
Este año, La Alasita 2022 inició el pasado lunes en la ciudad de La Paz, en medio de medidas de biosegutidad para evitar contagios, como es tradición, al medio del 24 de enero, cientos de familias se trasladaron a diferentes lugares para adquirir las miniaturas con la fe puesta en que el Ekeko, o dios de la abundancia, pueda hacerlas realidad.
Ante la pandemia del coronavirus, la feria fue autorizada en el Parque Urbano Central de la ciudad de La Paz con la premisa de mejorar la economía de la población, lugar tradicional donde los feriantes instalaron sus puestos de venta de miniaturas, comida, juegos, plantas, entre otros.
Las y los comerciantes deban estar vacunados contra el COVID-19, para atender a los visitantes con medidas de bioseguridad.
Por Warmi.