-Barbarella, La Pocha, Rommy Astro y La Verónica fueron las primeras personas travestis y transexuales locales que participaron en la entrada folklórica del barrio más popular de la ciudad de La Paz.
Wtv/prensa, 15 de noviembre de 2022.- La zona de Ch’ijini fue el escenario de las más importantes reivindaciones identarias como la participación de las conocidas personas travestis y transexuales locales en la tradicional entrada folclórica del Señor Jesús del Gran Poder, entre ellas, Barbarella, La Pocha, La Rommy Astro y La Verónica, quienes dieron visibilidad al movimiento ‘trans’ en la vida popular urbana desde la década de los setenta.
La zona de Ch’ijini es uno de los centros comerciales populares (vendedores de línea blanca) más importantes de la ciudad de La Paz, un carácter que fue adquiriendo tras la Revolución de 1952. Antiguamente Ch’ijini era una gran porción de tierra donde los pastizales eran inmensos.
Esta zona es también el lugar de origen de la Fiesta del Señor Jesús del Gran Poder; y el barrio de nacimiento y formación de numerosos músicos locales como el gran charanguista Ernesto Cavour.
“La historia de la festividad del Gran Poder guarda una joya de nombre La Rommy Astro, esa diva transexual que en plenos años de dictadura se paseaba por las calles felizmente maquillada”, manifiesta David Aruquipa en ‘Crónica: El talismán de Chijini’ (3 de febrero de 2019), subido en la plataforma Google.
Siempre fue La Rommy, aunque durante muchos años su nombre fue Rogelio, sin ley de identidad de género que le permitiera hacer el cambio deseado, dice Aruquipa, quien la entrevistó y descubrió cuatro fotografías “impactantes” guardadas en su casa en esta misma zona.
“Esa joven marica, hermosa y altiva, parece levitar al bailar la morenada, emulando a una diva star, con los ojos cerrados en la mayoría de las fotos. Percibo cómo la pasión por la fiesta aún la acompaña, veo el fuego en su sonrisa declarando los años que han pasado, cuando era nombrada el talismán del Gran Poder; como tal, en una de las fotos más impactantes se la ve bajando por la calle Max Paredes, delante de una tropa de morenos embelesados por su belleza y seducción”, destaca.
En los años 70, el inicio de La Rommy en el baile de la morenada tiene que ver con su pertenencia al barrio donde nació, allí en la calle Sagárnaga de la zona Gran Poder. Bailó en diferentes fraternidades acompañada de La Diega, La Verónica y La Pocha.
Junto a ellas, también participó en el Carnaval de Oruro y otras festividades. Los Reyes Luminosos fue su grupo de morenada destacado y con quienes viajó a distintos lugares, enfatiza el cronista.
“La Rommy y sus amigas fueron las primeras chinas morenas que, en delegación festiva, llegaron al Perú a inicios de los años 70 para bailar en la fiesta de San Pedro y San Pablo de Juliaca. Una fotografía ilustra este pasaje: ella está en el centro con la mirada baja (en ese entonces era menor de edad), custodiada por la poderosa “Barbarella”, Peter Alaiza, y La Ángela”, señala.
“Ahora ella sonríe y se emociona al recordar cómo el pueblo (de Juliaca) enloqueció al verlas, cómo todos querían tocarlas y sacarse fotos tal como se mira en la imagen donde varias niñas las acompañan. Estaban revolucionando el pueblo”, agrega.
La Rommy reacciona y se lamenta por cómo, siendo ellas las “creadoras” de la china morena y habiendo llevado al Perú este personaje, ahora es mostrado como el folklore peruano. “Las chinas, junto al conjunto de morenos, llevábamos trajes y bandas para bailar en las fiestas del Perú y poco a poco se fueron apropiando de nuestra creatividad”, lamenta.
“Yo he sido una de las primeras que he empezado a mostrarme travesti. Todas se ponían calzados de varón y yo me ponía tacos, los tacos de mi madre me los chantaba y así salía chocha por las calles, muy feliz. Ya tengo mis años, pero tengo esos mismos aires. Soy la Rommy Astro, el talismán de Ch’ijini”, finaliza.
EL FOLKLORE COMO EMPODERAMIENTO ‘TRANS’
La Rommy le informa al cronista Aruquipa cómo el folklore ha hecho posible abrirse y hacerse visibles con su identidad y empoderarse en el movimiento de LGTB (‘Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales’). Además, de cómo pelearon para ser aceptadas en las fraternidades adonde fueron ganando seguridad y valentía en su carácter.
Aunque la represión moral citadina siempre estuvo presente, había que insistir hasta triunfar. El auge de las ‘chinas morenas’ no solamente ha modificado las fiestas tradicionales, sino también su vida cotidiana.
Desde entonces, las trans ya no sólo se maquillaban para bailar, sino para vivir. “Salían a las calles con libertad, maquilladas, con pestañas postizas”.
La Rommy recuerda que había un grupo de gays a quienes, cariñosamente, nombra como “maricas intelectuales” que andaban camuflados (de clóset). “Se reunían en el reloj de la Pérez Velasco y al verlas murmuraban: ‘ya vienen las pintadas’. Nosotras pasábamos orgullosas y pintadas pues, todas locas, maravillosas”, ríe La Rommy a carcajadas.
(Por JCRQuiroga)
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(Estimado lector, este es un reportaje de investigación por nuestro equipo de prensa, solicitamos respetar la fuente, gracias).
