CONAFRO: LA AFROBOLIVIANIDAD DEJÓ UNA HUELLA IMBORRABLE EN BOLIVIA

• Septiembre es el mes destinado a la promoción y al reconocimiento de la cultura y del pueblo afroboliviano, de acuerdo a lo que establece la Ley 200 del “Día Nacional del pueblo y la Cultura Afro boliviana” promulgado en 2011.
• El Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2001 concluía que el total de la población afroboliviana en el país era igual a cero. No se tenía información de las condiciones de vida de los afrodescendientes, eran prácticamente inexistentes o innombrables para el Estado.
• En 2011, la Ley 200 instruyó al Ministerio de Planificación y al INE implementar la autoidentificación “afroboliviana” en la boleta del censo en 2012 y para otras encuestas periódicas.
• El Censo 2012 determinó que el pueblo afroboliviano, entre las naciones y pueblos originarios del país, es el séptimo con mayor población en términos demográficos.
• Unas 16,329 personas mayores de 15 años se autoidentifican como afrobolivianas. De este total, 8,785 son varones y 7,544 son mujeres.
• Si a esto se añade a los 7,001 habitantes menores de 15 años que también se autoidentificaron como afrobolivianos, se anota que la población total ascendía a 23,330 habitantes.

Warmitvonline/prensa lunes 2 de septiembre 2024.- En el inicio de los festejos del mes de la afrobolivianidad en el país, el Consejo Nacional Afroboliviano (CONAFRO) ha manifestado que el pueblo afroboliviano ha dejado una huella imborrable en el país.

El pueblo Afroboliviano ha resistido, recreado y expandido a través de su identidad y cultura, como la música, la danza, el canto, el arte, la gastronomía y otras expresiones, que la colonia ni la república han logrado extirpar. Y en septiembre se celebra esa gran resistencia cultural.

En estos cuatro últimos lustros, el pueblo afroboliviano ha logrado visibilizarse para la mayoría de la población nacional alcanzando reconocimiento político, público y social. Algo que antes del 2000 era totalmente inexistente porque para el Estado boliviano “no existían” y no había información de las condiciones de vida de los afrodescendientes. Esto cambió dramáticamente en 2012 con los nuevos datos del Censo que arrojaron más de 23.000 se autoidentificaban como afrobolivianos.

Antes, el Estado Plurinacional de Bolivia aprobó la Ley Nº 200, el 14 de diciembre de 2011, que declararó el 23 de septiembre “Día Nacional del pueblo y la Cultura Afro boliviana”, con la finalidad de reafirmar la identidad y revalorizar su cultura.

Esta norma estableció al Comité Nacional Contra el Racismo y toda forma de Discriminación, bajo tuición del Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, como responsable de promover y monitorear las políticas públicas que deberán ser ejecutadas por todas las entidades estatales.

Desde entonces hasta el presente se han llevado celebraciones anuales no solo para fortalecer estas conquistas sociales del pueblo afroboliviano, sino para viabilizar sus aportes históricos de esta comunidad a las conquistas sociales de las últimas décadas en el país.

EN EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

El 2006, con la Asamblea Constituyente, los afrobolivianos fueron borrados de entre los participantes y excluidos de muchas de las convocatorias.

A raíz de esta injusticia, mujeres afrodescendientes instalaron una huelga de hambre junto a personas con discapacidad y gente del colectivo LGBTIQ en instalaciones de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos para exigir mecanismos de participación.

Con la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado en 2009, se dio paso al nacimiento del Estado Plurinacional que reconoce oficialmente 36 naciones y pueblos originarios en su territorio.

La nueva carta magna marcó un hito histórico al citar al pueblo afroboliviano en cuatro artículos (Art. 3; Art. 32; Art. 100; y Art. 395).

UNA LUCHA HISTÓRICA

Los afrobolivianos son descendientes de africanos que llegaron a América como resultado de la trata trasatlántica de esclavos durante la colonización europea en los siglos XVI y XVII, refiere una nota “En el mes de la afrobolivianidad, un breve acercamiento a su historia” de la plataforma MuyWaso (15, 09, 2020).

La antropóloga Sheyla Walker, tiene registro de casi 35.000 viajes de barcos negreros “legítimos”, que llevaron de 12 a 15 millones de africanos a todos los países de las Américas (sin contar los de contrabando, que no dejaron documentación).

Según el texto Historia, Cultura y Economía del pueblo afroboliviano, realizado por FUNPROEIB Andes, “la situación de secuestro y esclavización de africanos se intensificó debido a que la población indígena disminuyó a causa de los enfrentamientos bélicos, las malas condiciones de vida y las enfermedades infecciosas traídas por los europeos (entre ellas la viruela, el sarampión, la influenza, la peste bubónica, entre otras)”.

La comercialización de los afros estaba basada en los conocimientos que ellos tenían respecto a diferentes actividades. Una mayoría, por sus conocimientos en metalurgia, fue llevada a Potosí para trabajar en la mina. Otro tanto, se fue sometido en las haciendas como servidumbre.

Con las reformas posteriores a la independencia de Bolivia, en la época de la República, las personas afro pasaron de una condición de esclavitud a otra no muy diferente. Muchas fueron trasladados a Los Yungas para trabajar como peones en las haciendas de patrones, algunos también llegaron a Valle Grande o Mizque en Cochabamba por su buen manejo de la agricultura.

En 1851, durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu, fue promulgada la ley de abolición de esclavitud que, lejos de cambiar la realidad de las personas afro, instauró un sistema de explotación llamado “colonato”.

Tuvo que pasar un siglo para que, con la Revolución Agraria de 1952, al fin pudieran acceder a tierras propias, educación, salud y otros derechos ciudadanos que les habían sido negados anteriormente. Para hacer efectivo este cambio, los afrodescendientes dialogaron y coordinaron con los pueblos indígenas vecinos a sus territorios de asentamiento.

Un par de décadas después se dio la primera ola de migraciones impulsada por el gobierno para colonizar tierras fiscales en Caranavi, Palos Blancos o Alto Beni. La segunda ola se llevó a cabo entre 1980 y 1990, esta vez, a los departamentos de La Paz y Santa Cruz.

Los residentes afro en las ciudades empezaron a reunirse en torno a la saya, es así que la primera organización afroboliviana se funda en 1988 con el nombre de Movimiento Cultural Saya Afroboliviana (MOCUSABOL) para mantener y resguardar la riqueza cultural de sus antepasados.