LA REVOLUCIÓN DE COLORES DE “OFELIA” EN LA MORENADA BOLIVIANA

• Carlos Gilberto Espinoza (31 de agosto de 1942, Oruro), más conocido como Ofelia, es un bailarín, modisto y coreógrafo de morenada en entradas folklóricas del país, principalmente en el Carnaval de Oruro.
• Durante la década de los 50, la morenada era una danza típicamente masculina con nula participación de mujeres, donde sólo hombres heterosexuales representaban a las chinas morenas.
• Hacia finales de los años 60, esto cambió radicalmente. Ofelia, una mujer trans personificada por Espinoza, decidió meterle mano a la tradición: cortó las mangas a los trajes, recortó el largo de la falda, pero sobre todo hizo algo revolucionario: salió a la calle sin la máscara tradicional.
• Ofelia nació, paradójicamente, en la saya de negritos El Pagador y se fue consolidando en los negritos centralistas adonde participó Espinoza.
• El ingreso de homosexuales como “figuras” fue un cambio significativo en estas danzas típicas en las festividades folklóricas.
• La china morena sigue siendo uno de los personajes femeninos más reconocidos en el desfile de la “morenada” en el Carnaval de Oruro.
• En la actualidad participan como “figuras” mayormente misses y las mujeres más bellas del país.

Wtvonline/Prensa lunes 17 de febrero de 2025.- El gran coreógrafo de la morenada del Carnaval de Oruro, Carlos Espinoza, 83 años, provocó hacia finales de los años 60 y principios de los 70 la revolución de colores en la danza de la morenada al permitir mediante el nuevo diseño del disfraz de la china morena, bajo la estética travestí y de figura, no solo el ingreso de homosexuales sino la apertura a mujeres en una fraternidad folklórica totalmente masculina.

En épocas de carnavales y en el lado de Occidente del país siempre me ha llamado la atención de cómo surge una especie de hombre soez, no sé si para burlarse del género contrario o de sí mismo, debido a que se arropa con prendas femeninas, se calza una peluca, se pinta la cara y se comporta de una forma, totalmente, inapropiada y desvergonzada.

Por ejemplo, el personaje de la danza ch’uta finge hablar de un modo tan afectado solo para proferir chistes picantes y calientes mientras baila coquetamente acompañado de dos cholas, una en la mano izquierda y otra en la mano derecha, contradictoriamente, exhibiendo u ostentando su gran masculinidad.

Del mismo modo, el wapuri es una figura folklórica muy peculiar y solitaria (sin pareja o complemento) dentro de la danza de la kullawada. Quien decide bailar como tal debe mostrar ciertas habilidades femeninas o ser un homosexual. Porta una rueca gigante, antifaz con nariz aguileña, guantes y el acostumbrado disfraz elegante de esta danza altiplánica.

En el Carnaval de Oruro, durante décadas, la danza de las chinas morenas de la morenada fue representado por hombres heterosexuales que exhibían faldas hasta los tobillos, trenzas largas, máscaras y zapatillas altas que hacía su danzar más resuelto y lleno de excesiva presunción y galanteo. Entonces, la morenada era una danza totalmente masculina.

En 1968, a sus 26 años de edad, Carlos Espinoza decidió ser parte de la saya “Los Negritos de El  Pagador”, pero vestido de mujer afro para así irrumpir en la entrada de Carnaval de Oruro. Su participación solo llamó la atención del público, pero logró imponer el nombre de Ofelia.

En 1969, participó en los negritos centralistas, de Abelardo Espinoza.

Tras estar 2 años en estas dos sayas, en 1970 bailó por accidente en la “Morenada Zona Norte”. “No estaba previsto que yo bailará en esta morenada. Esto se dio espontáneamente durante mi participación en la entrada”, recordó Espinoza en 2024, en una conversación con Miguel Angel Foronda en su programa Calvario Podcast llamado “Carlos Espinoza: la historia de Ofelia” (ver YouTube).

Recientemente en 1971, ingresó a bailar en la “Morenada Central”, que sería el núcleo de su actividad y vida social en adelante, detalla su biografía en Wikipedia.  

“Cautivado por el baile de unos amigos, escoge interpretar a la china morena, un personaje femenino en la morenada. Hasta entonces, la china era interpretada comúnmente por hombres y su traje incluía polleras largas y botas cortas, a semejanza de cholas paceñas. La participación de las mujeres era nula en las morenadas de ese tiempo.”

LA “GRAN OFELIA”

“Realmente este apelativo empezó en los negritos y a medida que fue avanzando la saya por la 6 de octubre, no sé a cuál de ellas se le ocurrió tararear Ofelia en todo el trayecto de la entrada. Y de ahí que me quedo con ese apelativo”, recordó Espinoza.

Fue entonces que a Espinoza se le vino a la cabeza personificar a Ofelia, una mujer trans, con nuevo atuendo y nueva figura que con el correr del tiempo se convertiría en todo un personaje debido a que “su paso” era muy esperada por el público como parte de la Morenada Central Aliados, que no estaba dividida ni se llamaba Cocanis en esa época.

“Mi ingreso a esta morenada no fue muy difícil porque yo tuve el privilegio de conocer a los dirigentes de ese entonces, que eran don Ricardo Escobar, Ramón Escobar, don Atanasio Quispe, Froilán Mamani. No tuve ningún impedimento para ingresar a esta morenada. Más al contrario, fui muy bien recibido. Y con el tiempo se hizo mi familia”, precisó.

INSPIRACION EN ACTRICES DE MODA DE ENTONCES

Tomando inspiración de actrices de moda como la mexicana María Félix, Espinoza inventa una china morena más arriesgada que se caracteriza por vestir una pollera corta de 35 cm, botas largas de 10 cm sobre la rodilla, tacos de plataforma de 12 a 15 cm y bordados de fantasía sobre telas en colores fuertes.

“Una imponente figura luciendo polleras, enaguas de can-can, blusas entalladas con prominentes mangas, medias de red, botas de tacón, peluca, una máscara característica de la china morena, encubrían al devoto de la Virgen del Socavón, que personificó a ‘Ofelia’ quien, sin saberlo, con el paso de los años, catapultaría a las figuras femeninas de la danza de la morenada”, señala una nota denominada LAS PRIMERAS CHINAS MORENAS ERA DISFRAZ DE HOMBRE en la red social Meta.

LA INNOVACIÓN EN LA VESTIMENTA

Espinoza concretó su primera transgresión al revolucionar el traje original de las chinas morenas, incluyendo elementos que reflejaban una nueva estética “travesti”. Esta fue influenciada por la presencia de las vedettes de los años 60 y 70 en el país.

Después de haber bailado dos años morenada, Espinoza quería innovar el baile tanto como la vestimenta. “Entonces, yo fui una de las personas que cambió bastante el modo de vestir de la china morena. Subí el largo de la pollera, subí el largo de las botas, entonces ya se hizo muy diferente”, reveló a Página Siete.

“Nosotros empezamos con colores fuertes, como yo estaba inmerso en la costura, sabía qué colores estaban de moda, qué telas eran de actualidad. Entonces, me atrevo a decir que usé colores muy llamativos y, en cuanto a modelos, yo podría decir que eran más femeninos que los que usaban los señores, teniendo en cuenta que los bordados eran de fantasía, no los que siempre habían usado con dragones o con víboras; no eran netamente folklóricos, sino, al contrario, eran bordados de fantasía con pedrería, perlas, canutillos, cosas de actualidad”.

“En cuanto a las botas, después de haber bailado unos cinco años, ya estuvo de moda el taco de plataforma, entonces empecé también a incluir eso en la moda de las figuras femeninas y también en la comunidad gay, con plataforma y tacones bastante altos, de 12 a 15 centímetros. Las botas eran diez centímetros hacia arriba de la rodilla”.

“La pollera ya era más corta (30 centímetros). En algunos casos tenían mangas a la moda de esa época: campana plato, con volados en gaza plisada; modelos muy de actualidad, más modernos, más actualizados. Yo sacaba los modelos de los figurines de trajes de noche o hacíamos trajes de novia, entonces sacábamos esos modelos”.

EL BESO DE BARBARELLA ABRE LA MORENADA A LAS MUJERES

En 1973, sucede un hecho fortuito en la ciudad de La Paz. Barbarella (Peter Alaiza), vestida de china, se aproxima y le da un beso al presidente de facto de entonces, Gral. Hugo Banzer Suárez, en plena fiesta del Gran Poder.

Este hecho se tradujo en la prohibición de la presencia homosexual en las festividades folklóricas, misma medida que llegó al Carnaval de Oruro, aunque en menor dimensión. En cambio, lo que produjo esta prohibición emitida por el régimen golpista fue lo contrario. Creo una apertura. Aceleró el ingreso de las mujeres a la danza de la morenada, hecho que fue corroborado por Espinoza.

Para ese entonces, la mujer orureña de clase acomodada, precisamente por razones de discriminación de raza, género y sociales, no participaba de las festividades. Después de la prohibición del ingreso de homosexuales en 1974, Espinoza estimuló una nueva incorporación a la morenada, la de las mujeres.

Como él mismo explicó, tenía varias amigas, vinculadas a su trabajo de costura y moda, y las animó a que bailaran. Al principio fueron “diez jovencitas” de la sociedad orureña, a las que se fueron sumando otras mujeres jóvenes de otros departamentos, incluidas reinas de belleza, entre 1975 y 1980.

“Desde ese momento, entonces, participan las mujeres pero con la estética travestí que se refleja en los primeros trajes de estas ‘figuras’ de la morenada.  Con el tiempo se han transformado sin perder este aporte inicial de la estética travestí, quedando en la memoria que, antes, este personaje era representado por homosexuales”.

LAS FIGURAS SON MISSES

En ese sentido, el aporte más importante de Espinoza fue la promoción y creación de un nuevo personaje que se denominara la “figura” de la morenada.

Por un lado, esta “figura” influye y revoluciona una época promoviendo la visibilidad de “homosexuales” en las fiestas del Carnaval de Oruro. Por otro lado, impulsa la participación de las mujeres con los trajes ceñidos y cortos que se les conoce hasta hoy en día.

Espinoza calcula que entre los años 1975 y 1976 recientemente participaron mujeres como “figuras” en la Morenada Central Oruro. “Mayormente era misses del Beni, Cochabamba, Santa Cruz, y de La Paz, como la señorita Antezana, Miss Globo del Beni o Rosario Rico Toro, Miss Cochabamba, que luego fue elegida Miss Bolivia”.